"Corremos. Corremos para estar en forma , corremos para superarnos a nosotros mismos, corremos por él o por ella, corremos para olvidar a él o a ella, corremos para eliminar el estrés o la ansiedad. Corremos contra la crisis, corremos para huir de nuestros miedos o para coger más carrerilla y así enfrentarnos a ellos, corremos hacia nuestros deseos, corremos para zafarnos de la gris rutina, corremos por que nos gusta sudar, sufrir y notar el cansancio sobre nuestras piernas. Corremos porque nos gusta."

miércoles, 24 de julio de 2013

Pagando la novatada en el (Tri)Duatlón de Andorra

El pasado Domingo participé en el "Triatlón" de Andorra, lo de triatlon lo pongo entrecomillado ya que finalmente lo que tenía que ser una prueba de 1500 m de natación 40 en bicicletala y 10 km corriendo se tuvo que reconvertir a un duatlón de 6km de carrera, 34 kilómetros de bicicleta y otros 10 km de carrera. El hecho de que se anularan los 1500 metros de natación por el estanque de Englo... fue causado a que el agua estaba a una temperatura de unos 13 grados, según la organización, debido al deshielo que este año se había demorado más de la cuenta...

He de reconocer que no llevaba nada bien la natación, y que mi reacción al enterarme de esto debería haber sido la de "toma!", pero no, ya me había hecho a la idea de nadar y aunque hubiera sufrido y hubiera salido de los últimos del agua, mis ganas eran mucho mayores que mis temores.

¿Por qué subir hasta Andorra para hacer mi primer triatlón? A pesar de no haber entrenado mucho me veía con fuerzas para estrenarme, recuerdo que sobre el mes de Abril mi amigo Raúl me comentó la idea de subir a hacerlo y viendo que coincidía con mi semana de vacaciones pues pensé ¿Por qué no?.

Así que finalmente subí a Andorra el sábado junto a varios compañeros del Duet Sports Cotexeres, , una vez allí recogimos nuestro dorsal y pasamos la tarde comprando toblerones xxl y chafardeando por las sobrevaloradas tiendas andorranas, y como postre... empezó a llover y las temperaturas bajaron, todo apuntaba a que el Domingo iba a ser más que interesante.

Finalmente la lluvia hizo tregua y amaneció un Domingo fresco pero soleado, dejamos las bicicletas en el box y nos dirigimos a la linea de salida, no tenía ninguna táctica en la cabeza, lo único que me había planteado era acabar lo mejor posible los primeros 6 kilómetros y luego... a la aventura!!

Tras calentar unos minutos me situé a mitad de la muchedumbre, eramos más de 400 participantes en la categoría olímpica, a pesar de no ser un triatlón estaba entusiasmado y ansioso por empezar, finalmente a eso de las 9 y 15 se dió la salida, los primeros 6 kilómetros fueron cómodos a un buen ritmo y sin ningún  problema, pero llegaba el primer punto crítico, la primera transición. Entré en el box, me desaté las zapatillas lo más rápido posible pero dejándolas bien colocadas para después volvérmelas a poner lo más rápido posible, me puse las zapatillas de ciclismo, me coloqué el casco, cogí la bici y empecé a correr por el box hacia la salida, me sentí muy patoso mientras corría con las zapatillas de la bici puestas intentando no resbalar y las calas iban picando contra el suelo "clack clack clack" a medida que me acercaba hacia la linea a partir de la cual ya podía subirme en la bici, comenzaba el "show".


Nada más salir y girar a la izquierda comenzaba la subida, no tenía tiempo ni de darme un respiro, a lo largo de la carretera se veía a la gente subiendo con sus bicicletas mientras que la pendiente se hacía cada vez más y más exigente... La carretera estaba un tanto mojada de la lluvia de la noche anterior y se empezaron a ver las primeras caídas, sí, en subida, un tanto extraño. Intenté situarme detrás de un grupo e ir a su rueda pero no hubo manera, ellos tiraban más que yo y me quedé atrás, a medida que iba ganándole terreno a la montaña también otros participantes me adelantaban a mí y otros se paraban fatigados a un lado de la carretera para tomar un respiro, a poco más de un kilómetro para acabar el ascenso los gemelos me empezaron a dar los primeros amagos de rampas... tomé un gel y seguí subiendo como pude.
Después de 6 kilómetros y  una vez arriba tocaba bajar por la sinuosa y mojada carretera, llena de curvas que hacían que tuvieras que agarrarte a los frenos como si no hubiera mañana si no querías acabar en la cuneta (como a alguno le pasó), la bajada se me dio bastante bien y pude ganar alguna posición, así como en el falso llano una vez abajo en el que los gemelos se me empezaron a subir cada vez más... Lo más gracioso de todo es que quedaba aún una segunda vuelta al mismo circuito, tocaba repetir de nuevo esos 6 kilómetros de eterna subida, el sol empezaba a dar con fuerza y el cansancio cada vez se hacía más dueño de mi cuerpo, como bien dijeron al acabar, "El Tibidabo era una mariconada en comparación con lo que teníamos que subir", volví a ver gente parada en las cunetas y obviamente a mí me volvió a adelantar más gente... En la bajada intenté recuperar el máximo tiempo posible pero era difícil, no quería acabar besando el asfalto, así que no arriesgué más de la cuenta. 

Finalmente y tras 34 kilómetros llegaba al box, segundo punto crítico, transición bici - correr, saqué los pies de los pedales y intenté bajarme lo más rápido posible evitando resbalar o tropezar, corrí con la bici hacia mi lugar asignado, tomé un trago de agua, me agaché a descalzarme y... otro amago de rampa!! Me puse las zapatillas de correr, me levante con cuidado y mientras salía del box tomé otro gel.
Mi intención era intentar hacer los 10 kilómetros en menos de 50 minutos (jajaja), esa idea se fue de mi cabeza a los pocos minutos cuando los cuádriceps se unieron a la fiesta y empezaron a hacer amagos de rampas, a partir de ahí empecé a sufrir, muchos corredores me empezaron a adelantar y yo me sentía impotente, mi corazón podía pero mis piernas no, tenía la sensación de que si forzaba un poco más me iba a romper o me iba a quedar allí clavado, así que opté por correr como buenamente pude. La parte de carrera a pie consistía en dos vueltas por un circuito aburridísimo que iba en paralelo al río, con una recta de ida y otra de vuelta que no tenía fin, cosa que hizo que se me hiciera aún más eterno.

Al pasar por el kilómetro 5 y empezar la segunda vuelta, escuché a una mujer de entre el público que decía, "pobre, ya no puede más", menuda cara debería llevar para que dijera eso... con tal de motivarme y mantener el "coco" ocupado me propuse alcanzar poco a poco a los tres corredores que podía ver que iban delante de mí a no muchos metros, poco a poco les fuí ganando metros y logré adelantar a dos, de esta manera hice que la segunda vuelta fuera más llevadera, aunque sufrí lo que no está escrito.
Finalmente y tras decir en voz alta "¿esto no se acaba nunca?, logré llegar a la linea de meta y acabar en 3 horas y 1 minuto, con una cara de sufrimiento y satisfacción muy similar a la de la maratón. 





En conclusión, el tiempo y la posición fueron muy discretos, pero me quedo con la experiencia de la primera vez, con el ambiente y con el gusto de volver a ver caras conocidas, era mi día de estreno y a pesar de haber sufrido, también disfruté, ¿Se puede disfrutar sufriendo? Yo lo hago!! :)
Enhorabuena a todos los compañeros del Duet que también hizon el duatlón!!

¡A seguir entrenando!




miércoles, 12 de junio de 2013

Cursa de la Roca Negra 3

En ocasiones, nada más cruzar la meta y mientras que tus músculos siguen doloridos y tu corazón late a mil pulsaciones por minuto, lo primero que se te pasa por la cabeza es: "El año que viene repito", si piensas eso, es que dicha cursa/carrera/competición ha sido muy buena. Ese es el caso de la Cursa de la Roca Negra que el pasado Domingo celebraba su tercera edición en Sant Boi de Llobregat.



El año pasado ya tuve la oportunidad de participar y quedé encantado, y este año puedo decir lo mismo, han sido 21,3 km con fuertes desniveles, mucho sudor, dolor de piernas, rampas musculares  y alguna caída pero que han hecho que encares los metros finales de la cursa con una sonrisa de oreja a oreja. La recogida de dorsales,el recorrido,el ambiente, la señalización, los avituallamientos, la organización en general ha sido de 10; es obligado el dar las gracias y la enhorabuena  a todos los voluntarios (mil gracias al que me ayudó a estirar cuando me entró una rampa bestial en el gemelo), a los miembros de protección civil, a los fotógrafos y al público que animaba y aplaudía porque todos ellos han logrado esto, creo que mi opinión sobre la cursa es común a la del resto de corredores, lograr que todo el mundo quede satisfecho es complicado, requiere una buena organización y seriedad que otras carreras no tienen,y que el único objetivo que tienen es sacar beneficios no importándole ni lo más mínimo la satisfacción del corredor,y es por eso que como ya dije hace un año... el año que viene repito!


Próximo objetivo: Trialón Olímpico de Andorra :)

miércoles, 22 de mayo de 2013

L-Carnitina vs Termogénicos

Con el paso de los años, a medida que ha ido creciendo el mercado de la suplementación deportiva y con el aumento de la exigencia de las personas con su salud y su figura, cada vez se ha ido poniendo más de moda el uso de suplementos "quemagrasas". Entre los suplementos más conocidos o de los que más se habla encontramos la L-Carnitina y los Termogénicos, mi intención es la de explicaros la diferencia entre ambos ya que todo y que el fin (a grandes trazos) sea el mismo, la forma de funcionar en nuestro organismo tiene notables diferencias.

La L-carnitina es un constituyente propio del organismo humano cuyo objetivo es el de generar energía para nuestro organismo, su función no es la de quemar grasas como vulgarmente se le asocia,
si no que es la de transportar  las grasas para ser utilizadas como fuente de energía.  Al producir ese efecto, el cuerpo utiliza las grasas como "combustible" haciendo que estas vayan siendo absorbidas con el fin de aportarnos energía a la hora de realizar ejercicio físico. Es importante saber que el uso de l-carnitina será eficaz siempre que se complemente con una dieta equilibrada y ejercicio cardiovascular, no hace milagros, pero puede ayudarnos a mejorar los resultados que buscamos. Otra de las funciones que se le asocia a la l-canitina es la de disminuir el ácido láctico el cual aparece tras grandes esfuerzos anaeróbicos en nuestra sangre y produce la aparición de la fatiga y la caida del rendimiento.

Los termogénicos son aceleradores del metabolismo elaborados a partir de estimulantes como la cafeína o el té verde (o ambas sustancias juntas) los cuales producen un aumento del consumo calórico debido al aumento de la temperatura corporal. Este tipo de sustancias afectan directamente al corazón  ya que hacen que aumente el ritmo cardiaco con el objetivo de acelerar el metabolismo, con lo que con la toma de este tipo de suplementos podemos sufrir leves taquica
rdias y sentirnos más "agitados" de lo normal. Debido a ello su uso  no es recomendado a personas que sufran de hipertensión o problemas de corazón, ni tampoco a personas que hagan dietas bajas en hidratos de carbono (ojo combinar una dieta hiperproteica con el uso de termogénicos).

A la hora de poder realizar una comparación sobre los efectos de ambos suplementos, hice la prueba de tomar durante varios días l-carnitina y días posteriores Thermo-caps (termogénicos). Con la toma de la L-canitina mi cuerpo no notó reacciones extrañas, la única a destacar fue que empecé a sudar de forma más temprana de lo normal, mientras que con la toma de las cápsulas termogénicas me noté más excitado y nervioso, durante el tiempo que estuve entrenando sudé más de lo normal y una vez acabado éste la sensación de agitamiento fue disminuyendo progresivamente.

Así que como podéis ver, todo y que el objetivo de ambos suplementos sea el mismo, la forma de funcionar en nuestro organismo es bien distinta.

Eso es todo, espero haberos ayudado. Un saludo!!

viernes, 19 de abril de 2013

5 consejos para estar en forma

Llega la primavera, los días comienzan a ser más largos, tenemos más horas de luz y por supuesto cada vez hace más calor, con todo este generador de “buenrollismo” quien no se deja llevar por el impulso de tomar una cañita en la terraza de un bar o salir una tarde-noche de tapeo mientras tomamos una clarita, pero claro, tras la primavera trompetera llega el verano, esa estación en la que todos queremos estar maravillosos y maravillosas para lucir cuerpo serrano en la playa, piscina o donde sea... Claro que eso no se logra solo deseándolo, si no que hay que hacer un “pequeño” esfuerzo y entonces es cuando llega la... Operación ¿Bikini? ¿Trikini? ¿Bañador maracapaqueti? 

Llamarle como queráis, yo solo os voy a dar unos consejos que a mi parecer pueden ser útiles para estar en forma.

1- Una dieta equilibrada es básico para poder estar en forma, dí adiós a las grasas, a los excesos de hidratos de carbono y dale la bienvenida a la proteína, a las frutas y a las verduras, y por supuesto hacer 5 comidas al día siendo el desayuno la comida más fuerte y la cena la más ligera. Parece obvio, y lo habremos leído y escuchado en mil sitios, pero si fallamos ya en los cimientos, el resto no servirá para nada!

2- Después de una buena alimentación llega la hora del ejercicio, tenemos que quemar toda aquella energía que hemos ido almacenando en nuestro cuerpo con las comidas. Ejercicio cardiovascular 3 veces a la semana y durante más de 45 minutos( Spinning, running, ciclismo...) nos ayudaran a quemar calorías. La duración es importante ya que durante la primera media hora estamos quemando los índices de glucógeno y es a partir de entonces cuando empezamos a quemar grasas, claro que no vale entrenar a cualquier intensidad, será necesario trabajar a una intensidad del 60% al 70% de nuestra capacidad máxima para que el cuerpo utilice las grasas como fuente de energía. El control de la intensidad puedes realizarlo mediante un pulsómetro el cual te irá diciendo el ritmo cardiaco que tienes en cada momento y dependiendo el modelo te dirá las calorías y el % aproximado de grasas quemadas, podéis consultar en el siguiente enlace si queréis leer un poco más de cómo funciona un pulsómetro.

3-Es de vital importancia beber agua, aunque no tengas sed, a medida que hacemos ejercicio el cuerpo pierde líquido y sales minerales, si no reponemos dicho líquido el organismo empieza a estar cada vez más fatigado y aumentan las posibilidades de sufrir desde mareos a desmallos por deshidratación. Mezclado con el agua puedes tomar productos isotónicos, compuestos de sales minerales e hidratos de carbono simples que ayudarán a retrasar la fatiga muscular y a evitar las temidas “agujetas” los días posteriores al entrenamiento.

4- Comparte tus sesiones de entreno: está comprobadísimo que entrenando con más gente la motivación es mayor y por lo tanto la auto-exigencia también aumenta además de que de esta forma evitaremos aburrirnos de los primeros días de entreno en cinta de correr o de bicicleta, que son los más duros. También será útil para intercambiar consejos o resolver dudas sobre tus entrenos.

5- Haz que tus entrenos sean parte de tu día a día: es decir, así como tenemos marcados unos horarios de trabajo, de estudio, de ir a hacer la compra o de salir con los amiguetes, deja un hueco en tu horario personal para ir a cazar endorfinas y quemar unas cuantas calorías junto al estrés, decide desde un principio que días son los que te van bien para entrenar, de esta forma lograras que lo que al principio es una obligación pase a ser una rutina que te haga sentir bien.


martes, 19 de marzo de 2013

42,195




42.195 metros , 3.200 calorías, unas 50.000 zancadas, más de 2 litros de sudor, 3 geles, centenares de gritos de ánimo, unos cuantos tacos, 3 horas 47 minutos 48 segundos, un reto, un sueño cumplido, un Maratón. 

Al fin llegó el día "M", ese momento que llevaba esperando durante meses estaba apunto de hacerse realidad, la mañana se presentaba con un cielo gris y lluvioso sobre la ciudad de Barcelona pero el ambiente previo a la salida era espectacular, al final éramos cerca de 19.000 participantes y aunque la climatología parecía que no iba a acompañar todo apuntaba a que podría ser un gran día.

Pasadas las 8:30 de la mañana se dió inicio a la Maratón de Barcelona 2013, mi primera Maratón. Dos eran los objetivos: bajar de las 4 horas y sobretodo disfrutar al máximo del momento que tanto llevaba esperando. La primera mitad de la carrera se pasó rápido, sin demasiado esfuerzo y sin molestias, acompañado de Ernesto, mi compañero de entrenos. Durante estos kilómetros empecé a empaparme del ambiente de la maratón, participantes de todas las nacionalidades del mundo y gente a lado y lado de las calles o avenidas animando con banderas, pancartas, bocinas... simplemente alucinante. El tramo de ida y vuelta recorriendo la Meridiana se hizo un poco largo, parecía que la larga avenida nunca iba a acabar y una vez llegamos al final, dimos un giro de 180 grados para volver de nuevo hacia la calle Valencia, pero el público y los puntos de animación hicieron que el tramo se hiciera más llevadero. Cada punto de abituallamiento que alcanzábamos era un show, botellas de agua volando por los aires, otras cuantas por el suelo las cuales tenías que esquivar o chutar si no querías torcerte un tobillo, vasos con powerade de los qque intentabas beber al mismo tiempo que corrías y que te salpicaban en los ojos... a todo esto aprovecho para agradecer el trabajo de los voluntarios, ¡un diez para ellos!


Después de hacer un rápido "Pit Stop" en la Rambla Prim para vaciar depósitos (no me aguantaba más) llegaba la Diagonal...si el tramo de la Meridiana había sido largo qué decir de éste otro, subir desde el Forum a Glories y bajar de Glories a Forum se hizo aburridísimo, menos mal que el público animaba sin parar y ayudaba a no martirizarte viendo que la Diagonal no llegaba a su fin. En ese punto alcanzamos el kilómetro 30 y algunos participantes empezaban a caminar, yo empecé a bajar el ritmo, el cansancio se empezaba a notar y debía ser previsor, más valía bajar el ritmo si quería llegar a la meta en condiciones.
Kilómetro 31,32,33,34... Ninguna señal del muro, como leí en una pancarta por ahí "El muro no está, se ha ido de vacaciones", pero quienes no estaban de vacaciones fueron las rampas musculares, a partir del kilómetro 35 a la altura de las torres Mapfre los cuadriceps se me empezaron a poner como piedras, ya no había otra que combatir contra el dolor y los kilómetros, la gloria se encontraba ya a pocos kilómetros, junto a Ernesto, hice una parada de 30 segundos para estirar un poco, cogí un trozo de plátano de un abituallamiento y con eso hasta el final. Pasamos por Arc de Triomf,  Plaça Catalunya, la Catedral... cada vez había más y más público jaleando, la meta estaba cada vez más y más cerca.

Los kilómetros 39 y 40 fueron los que se me hicieron más largos, el dolor era cada vez mayor pero en ningún momento me plantee la posibilidad de caminar, no, me había inscrito a hacer la Maratón para correr, la palabra caminar no existía en mi cabeza, sí que existía la palabra sufrir ya que me había mentalizado durante meses, así que para llevarlo de la mejor manera posible empecé a decir tacos, todo valía para aguantar, y así alcanzamos el kilómetro 41.A partir de ese punto decidí cambiar el chip y únicamente disfrutar del momento, de las palabras de ánimo, de la gente que gritaba tu nombre escrito bajo el número del dorsal sin conocerte de absolutamente nada, de la suave lluvia que caía sobre el paralelo, de cada paso menos que quedaba para alcanzar la meta y así encarar la recta final, al fondo estaba la llegada, en esos pocos metros que quedaban mis sentimientos explotaron, no sabía si reír, llorar, lo había logrado, empecé a gritar y a decir con el dedo levantado, "ésta es la primera!" de esa forma crucé la meta con una sonrisa de oreja a oreja, durante unos pocos segundos la satisfacción y la alegría anestesiaban el dolor de piernas, me dí un abrazo con Ernesto, con él decidí afrontar el reto de la Maratón y junto a él lo acabé, y entonces llegó el momento de los dolores, de las rampas, de tirarme al suelo, cojer aire y disfrutar.

El pasado Domingo día 17 de Marzo pasará a ser uno de esos días que han dejado huella en mi vida, y que nunca olvidaré. Empiezas saliendo a correr unos minutos con las primeras zapatillas que encuentras por casa y tiempo después acabas haciendo un Maratón sabiendo que el camino va a ser largo, difícil, con altos y bajos, momentos alegres y momentos duros , con sobresaltos y muros que traspasar, como la vida misma, pero de eso se trata, de cómo afrontas las dificultades, les plantas cara y las superas.
Con las piernas aún doloridas recuerdo aquel día en el que cabizbajo le comentaba a mi amigo y compañero de trabajo Guille que haciendo una course-navette no había hecho más de 8 paliers, poco más de un año después he corrido un Maratón.
Una vez leí que los momentos difíciles son los que nos definen, los que nos ponen a prueba y los que sacan lo mejor de nosotros mismos, así que considero que afrontar éste reto me ha ayudado a aprender a afrontar las vicisitudes del día a día como si de un Maratón se tratara.

Llega el momento de los agradecimientos ya que sin la ayuda y el ánimo de muchos de vosotros  esta historia no hubiera sido así. En primer lugar le doy las gracias a mis compañeros de entrenos y fatigas Raul y Ernesto los tres decidimos a la vez meternos de cabeza en este reto y los tres hemos salido victoriosos, enhorabuena, esas tiradas largas hubieran sido muy aburridas sin vosotros!!
Muchas gracias también a Carlos Carbonell, un crack como persona y quiromasajista, gracias por echarme una mano con tus masajes de forma voluntaria y desinteresada para así poder afrontar el reto de las 6 medias maratones + 1 Maratón en colaboración con la fundación Josep Carreras.
Mil gracias a Oscar, Victor, Raul, Alex , Ernesto, Carme, Carlos, Lorena, Guille, Xavi... a todos aquellos que os habéis interesado por el reto y habéis colaborado ya sea haciendo un retweet, haciendo una aportación económica o simplemente preguntando sobre ello.

Muchas gracias también a mis compañeros de trabajo, a los cracks de www.nadapedaleacorre.com y a todos aquellos que me habéis aguantado cuando me he vuelto un "poco" pesado hablando de la Maratón.

Y por supuesto, muchas gracias a ti por leer ésto.

Un saludo y ahora a por el Triatlón!!!!


lunes, 11 de marzo de 2013

El día "M"

Dicen que un Maratón es la distancia perfecta para poner a prueba la fisiología humana, es una lucha mental y física que no todas las personas en el mundo son capaces de afrontar. Se acerca el día M.

Queda una semana para  la Maratón de Barcelona y a medida que se acerca el Domingo 17 de Marzo  el respeto, el miedo y la inquietud crecen exponencialmente. 


En estos días me viene a la cabeza el fin de semana de la Maratón de Barcelona 2012, en ese momento aún trabajaba vendiendo productos de nutrición deportiva, recuerdo que el día antes de la cita fue un sábado con muchísimos clientes, la gente no me paraba de pedir geles, barritas energéticas, sales minerales... y todos me decían con mucho orgullo " Es que mañana haré la Maratón de Barcelona" , explicándome con ello sus entrenos, sus objetivos y sus miedos.  La envidia y la admiración que sentí fue enorme, así que me prometí  que un año después yo también haría una Maratón aunque por entonces hacer la mitad de esa distancia ya era para mí un gran hito personal.

En las últimas semanas no he podido parar de ver videos o reportajes de maratones, de entre todos esos videos hay uno de la llegada a meta de los participantes de la maratón de Valencia que me dejó alucinado, los primeros participantes llegaban más o menos "bien", se veía que habían hecho muchísimas maratones y esa era una más en su historial, pero en los ultimos minutos del video llegaban los últimos participantes, padres y madres de familia, jóvenes, gente de entrada edad, aquellos que más habían sufrido y que algunos casos afrontaban a los 42,195 km por primera vez en su vida. Ví gente chillando de rabia y alegría, llegar arrastrando los pies, llorando de felicidad y dolor a partes iguales, o vomitando y desfalleciendo en la misma linea de meta. ¿Qué nos lleva a llegar a esos extremos de sufrimiento? Cada uno tendrá una razón, o quizás no, afición deportiva, superación personal, demostrarse que puede lograr aquello que se propone... pueden existir infinidad de razones.
En mi caso lo tomo como un reto personal, una forma de marcarme un objetivo y luchar y luchar hasta que lo alcanzo, empiezas poniendote unas zapatillas que tienes por casa y saliendo 20 minutos a correr, luego haces un 10k, luego una media maratón y finalmente el gran reto de la Maratón, hay gente que se pasa toda una vida preparando algo así, hay muchos otros que nunca lo han hecho o nunca lo harán, así que considero que correr 42 kilómetros y 195 metros únicamente con la ayuda de tus piernas, tu corazón y tu cabeza es uno de los logros deportivos más admirables que una persona normal, como tú y como yo puede hacer en la vida.

En ocasiones cuando me he visto sin fuerzas o me empezaban a flojear las piernas , el mero hecho de imaginarme logrando pasar la linea de meta  me ha ayudado a sacar fuerzas de dónde no las había y seguir adelante, en una semana ese sueño espero que se pueda hacer realidad y estaré encantado de transmitiros todos esos sentimientos vividos desde el 0 al 42.

A lo que se refiere al reto solidario, debido a la falta de tiempo no he podido hacer la sexta media maratón "oficial" que me quedaba por hacer en el mes de Febrero, así que llegaré al gran día con una media maratón menos pero con la satisfacción de haber podido ayudar a quienes lo necesitan y a transmitir el espíritu solidario que hoy por hoy tanto escasea. Llega la última parada y la más dura de todas, ¿colaboras? www.migranodearena.org/miguelcalvo1

Una vez escuché que cuando cruzas esa línea de meta por primera vez sin importar lo lento o rápido que lo hagas, tu vida cambia para siempre. Llega el día M.

martes, 29 de enero de 2013

En qué pienso cuando corro (Parte I)

Lo reconozco, tengo una adicción, me supera pero no puedo evitar controlarla, me gusta correr. Ya sea a primera hora de la mañana o ya sea por la noche, haga frío, llueva o queme el sol, siento la imperiosa necesidad de salir a fatigarme,exhalar, inspirar, espirar, correr...

Así que con tal de satisfacer esa necesidad varias veces por semana me pongo mi camiseta amarilla (me encanta el color amarillo, algunos dicen que trae mala suerte, quizás por eso, por mi afán de desafiar a “esa” mala suerte me gusta tanto), mis pantalones cortos y mis zapatillas Asics y salgo a “perderme” sin saber que ruta voy a hacer. Unos días, los que menos, opto por adentrarme por los entresijos de la caótica ciudad entre una jungla de conductores coléricos, semáforos que se ponen en rojo ante tus narices y viandantes fumando cigarrillos y echando el humo a tu paso. En otras ocasiones aprovechando la cercanía de la montaña salgo a sufrir subiendo las inclinadas cuestas para a continuación, disfrutar de las maravillosas vistas panorámicas de la ciudad donde el silencio, el cantar de algún que otro pájaro y el soplar del viento son mis únicos acompañantes de ruta.

El simple hecho de correr se ha vuelto una necesidad, es una herramienta vital que en ocasiones ayuda a relajarme, otras veces a olvidar y en otras a controlar el caos. A mi parecer, los médicos o psicólogos deberían recetar salir a correr, “Aquí tiene, le receto 30 minutos corriendo, 3 veces por semana, tómelo con precaución, si nota algún síntoma de adicción como por ejemplo ganas de correr un maratón, consúltemelo”. Correr, algo tan sencillo como eso puede curar muchos males, si no te lo crees haz la prueba, pero no sirve salir a trotar una semana y al no ver ningún cambio decir que mi teoría es una basura, debe ser algo constante, sin pausa, pero sin prisa. Después de unas semanas de prueba, me dices cómo te sientes.

Algunos Domingos por la mañana suelo salir por un camino sobre la ladera de la montaña que acostumbra a estar abarrotada de gente que corre, una vez allí apago mi reproductor de música y mientras le gano metros al camino empiezo a pensar en cual habrá sido la razón por la que cada una de las personas con las que me cruzo habrá empezado a correr. “Ese chico parece que se está preparando para algún tipo de prueba, ¡como corre!”, “Ésta pareja sonriente lo hace por hobby dominguero” , “El joven con la boca abierta y la cara roja como un tomate parece que quiere bajar unos kilillos...” , admiro a todos y a cada uno de ellos, sean más rápidos, lentos, corran 5 km o 20 km, los admiro.

“Anda, esa chica que no levanta la mirada del suelo mientras escucha música en su Ipod, quizás está superando un mal de amores...” Ups, mal de amores. En referencia a ese tema tengo una teoría al respecto , la mitad de las personas que se inician en el mundo del “correr” lo hacen a raíz de haber sufrido una frustración amorosa, una ruptura o algo por el estilo, es mi teoría y es muy probable de que no sea acertada, y ahora es el momento en el que tras leer ésto pensarás que yo empecé a correr tras ser víctima de un desatino amoroso, tal vez estés en lo cierto, o tal vez no...

Otra de las cosas que me llaman la atención en éste mundo es la curiosa conexión que puede existir entre dos personas que no se conocen de absolutamente nada pero que se cruzan semana tras semana en el mismo lugar mientras salen a correr. Las primeras veces no prestarás atención alguna, a medida que pasa el tiempo le mirarás de reojo y pensarás “Ey, a este tío siempre me lo cruzo, ¿Le saludo? ¿No le saludo?” (quizás el pensará lo mismo de tí), en posteriores ocasiones le mirarás, sonreirás o levantarás la cabeza, como si con un gesto le estuvieras diciendo “Ey, hola”, puede ser que el haga lo mismo, o puede ser que pase olímpicamente de tu cara, pero si el gesto es recíproco a la semana siguiente, el cabezeo pasará a ser un saludo escueto del estilo “Buenas!” o “Qué tal?” el hará lo mismo, con las mismas u otras palabras. De esa forma se crea un vínculo entre personas que no se conocen de nada desconocerás su nombre, su edad o su empleo, pero llegará un momento en el que le saludarás con tanta naturalidad que parecerá que hace no mucho tiempo atrás fuerais colegas de borrachera.

No me gusta demasiado hacer siempre las mismas rutas cuando salgo a correr, si repito la misma muchas veces en un corto espacio de tiempo tiendo a aborrecerla y a cogerle tanta manía que no quiero volverla a hacer, pero como en todo, siempre hay excepciones.

Una vez a la semana suelo hacer una ruta por entre la ciudad que combina una larga cuesta de más de un kilómetro con un tramo de más de cien escalones (134 exactamente, es lo que hace repetir tantas veces...) es graciosa la cara que pone la gente cuando me vé subiendo escalones como un poseso, uno a uno, sin parar en los descansillos, mientras resoplo mientras subo. En ocasiones creo que pensarán que estoy tarado, ¿Qué necesidad hay de subir todos esos escalones mientras tu corazón va como una locomotora descarrilada y tus cuadriceps arden de dolor? Pues realmente ninguna, pero me gusta, me hace sentir bien, vivo. Tras subir todos los escalones y como colofón final sigo por un estrecho sendero de considerable pendiente que me lleva a uno de los puntos más altos de la zona, los restos de unos bunkers antiaéreos desde donde a mi parecer se pueden contemplar las mejores vistas de la ciudad en toda su extensión, de punta a punta. Una vez arriba pongo en pausa la canción de Coldplay que está sonando, despego los auriculares de mis oídos, me seco el sudor de la frente, camino hasta el borde del muro que separa la tierra firme del barranco y me quedo unos minutos contemplando la ciudad.

He de ser sincero, no hago esa ruta porque sea masoca o porque me gusten la cuesta ni los escalones, ni siquiera por las espectaculares vistas, la hago porque cada día deseo volver a cruzarme con esa chica mona de pelo largo y castaño que pasea con cierta gracia un Beagle . Son numerosas las ocasiones en las que he pasado cerca de ella, nunca ha prestado atención alguna, pero mientras avanzo me quedo embobado mirándola, no sé por qué. Así pues, repito una y otra y otra vez la misma ruta con la esperanza de que algún día se gire y me mire, ese es el premio, la llegada a la meta, la victoria.

Y así con unos cuantos kilómetros sobre las piernas, gotas de sudor sobre mi frente y después de buscar a la chica mona, de teorizar sobre “por qué” la gente corre o de cruzarme con el mismo tipo y saludarlo de forma amistosa, llega la hora de parar, estirar, beber agua de la fuente, subir a casa y guardar mis zapatillas, las cuales me miran con tristeza como si dijeran “¿Ya se ha acabado por hoy?”. Pues sí queridas pero el próximo día habrá más, y mejor.