"Corremos. Corremos para estar en forma , corremos para superarnos a nosotros mismos, corremos por él o por ella, corremos para olvidar a él o a ella, corremos para eliminar el estrés o la ansiedad. Corremos contra la crisis, corremos para huir de nuestros miedos o para coger más carrerilla y así enfrentarnos a ellos, corremos hacia nuestros deseos, corremos para zafarnos de la gris rutina, corremos por que nos gusta sudar, sufrir y notar el cansancio sobre nuestras piernas. Corremos porque nos gusta."

martes, 19 de marzo de 2013

42,195




42.195 metros , 3.200 calorías, unas 50.000 zancadas, más de 2 litros de sudor, 3 geles, centenares de gritos de ánimo, unos cuantos tacos, 3 horas 47 minutos 48 segundos, un reto, un sueño cumplido, un Maratón. 

Al fin llegó el día "M", ese momento que llevaba esperando durante meses estaba apunto de hacerse realidad, la mañana se presentaba con un cielo gris y lluvioso sobre la ciudad de Barcelona pero el ambiente previo a la salida era espectacular, al final éramos cerca de 19.000 participantes y aunque la climatología parecía que no iba a acompañar todo apuntaba a que podría ser un gran día.

Pasadas las 8:30 de la mañana se dió inicio a la Maratón de Barcelona 2013, mi primera Maratón. Dos eran los objetivos: bajar de las 4 horas y sobretodo disfrutar al máximo del momento que tanto llevaba esperando. La primera mitad de la carrera se pasó rápido, sin demasiado esfuerzo y sin molestias, acompañado de Ernesto, mi compañero de entrenos. Durante estos kilómetros empecé a empaparme del ambiente de la maratón, participantes de todas las nacionalidades del mundo y gente a lado y lado de las calles o avenidas animando con banderas, pancartas, bocinas... simplemente alucinante. El tramo de ida y vuelta recorriendo la Meridiana se hizo un poco largo, parecía que la larga avenida nunca iba a acabar y una vez llegamos al final, dimos un giro de 180 grados para volver de nuevo hacia la calle Valencia, pero el público y los puntos de animación hicieron que el tramo se hiciera más llevadero. Cada punto de abituallamiento que alcanzábamos era un show, botellas de agua volando por los aires, otras cuantas por el suelo las cuales tenías que esquivar o chutar si no querías torcerte un tobillo, vasos con powerade de los qque intentabas beber al mismo tiempo que corrías y que te salpicaban en los ojos... a todo esto aprovecho para agradecer el trabajo de los voluntarios, ¡un diez para ellos!


Después de hacer un rápido "Pit Stop" en la Rambla Prim para vaciar depósitos (no me aguantaba más) llegaba la Diagonal...si el tramo de la Meridiana había sido largo qué decir de éste otro, subir desde el Forum a Glories y bajar de Glories a Forum se hizo aburridísimo, menos mal que el público animaba sin parar y ayudaba a no martirizarte viendo que la Diagonal no llegaba a su fin. En ese punto alcanzamos el kilómetro 30 y algunos participantes empezaban a caminar, yo empecé a bajar el ritmo, el cansancio se empezaba a notar y debía ser previsor, más valía bajar el ritmo si quería llegar a la meta en condiciones.
Kilómetro 31,32,33,34... Ninguna señal del muro, como leí en una pancarta por ahí "El muro no está, se ha ido de vacaciones", pero quienes no estaban de vacaciones fueron las rampas musculares, a partir del kilómetro 35 a la altura de las torres Mapfre los cuadriceps se me empezaron a poner como piedras, ya no había otra que combatir contra el dolor y los kilómetros, la gloria se encontraba ya a pocos kilómetros, junto a Ernesto, hice una parada de 30 segundos para estirar un poco, cogí un trozo de plátano de un abituallamiento y con eso hasta el final. Pasamos por Arc de Triomf,  Plaça Catalunya, la Catedral... cada vez había más y más público jaleando, la meta estaba cada vez más y más cerca.

Los kilómetros 39 y 40 fueron los que se me hicieron más largos, el dolor era cada vez mayor pero en ningún momento me plantee la posibilidad de caminar, no, me había inscrito a hacer la Maratón para correr, la palabra caminar no existía en mi cabeza, sí que existía la palabra sufrir ya que me había mentalizado durante meses, así que para llevarlo de la mejor manera posible empecé a decir tacos, todo valía para aguantar, y así alcanzamos el kilómetro 41.A partir de ese punto decidí cambiar el chip y únicamente disfrutar del momento, de las palabras de ánimo, de la gente que gritaba tu nombre escrito bajo el número del dorsal sin conocerte de absolutamente nada, de la suave lluvia que caía sobre el paralelo, de cada paso menos que quedaba para alcanzar la meta y así encarar la recta final, al fondo estaba la llegada, en esos pocos metros que quedaban mis sentimientos explotaron, no sabía si reír, llorar, lo había logrado, empecé a gritar y a decir con el dedo levantado, "ésta es la primera!" de esa forma crucé la meta con una sonrisa de oreja a oreja, durante unos pocos segundos la satisfacción y la alegría anestesiaban el dolor de piernas, me dí un abrazo con Ernesto, con él decidí afrontar el reto de la Maratón y junto a él lo acabé, y entonces llegó el momento de los dolores, de las rampas, de tirarme al suelo, cojer aire y disfrutar.

El pasado Domingo día 17 de Marzo pasará a ser uno de esos días que han dejado huella en mi vida, y que nunca olvidaré. Empiezas saliendo a correr unos minutos con las primeras zapatillas que encuentras por casa y tiempo después acabas haciendo un Maratón sabiendo que el camino va a ser largo, difícil, con altos y bajos, momentos alegres y momentos duros , con sobresaltos y muros que traspasar, como la vida misma, pero de eso se trata, de cómo afrontas las dificultades, les plantas cara y las superas.
Con las piernas aún doloridas recuerdo aquel día en el que cabizbajo le comentaba a mi amigo y compañero de trabajo Guille que haciendo una course-navette no había hecho más de 8 paliers, poco más de un año después he corrido un Maratón.
Una vez leí que los momentos difíciles son los que nos definen, los que nos ponen a prueba y los que sacan lo mejor de nosotros mismos, así que considero que afrontar éste reto me ha ayudado a aprender a afrontar las vicisitudes del día a día como si de un Maratón se tratara.

Llega el momento de los agradecimientos ya que sin la ayuda y el ánimo de muchos de vosotros  esta historia no hubiera sido así. En primer lugar le doy las gracias a mis compañeros de entrenos y fatigas Raul y Ernesto los tres decidimos a la vez meternos de cabeza en este reto y los tres hemos salido victoriosos, enhorabuena, esas tiradas largas hubieran sido muy aburridas sin vosotros!!
Muchas gracias también a Carlos Carbonell, un crack como persona y quiromasajista, gracias por echarme una mano con tus masajes de forma voluntaria y desinteresada para así poder afrontar el reto de las 6 medias maratones + 1 Maratón en colaboración con la fundación Josep Carreras.
Mil gracias a Oscar, Victor, Raul, Alex , Ernesto, Carme, Carlos, Lorena, Guille, Xavi... a todos aquellos que os habéis interesado por el reto y habéis colaborado ya sea haciendo un retweet, haciendo una aportación económica o simplemente preguntando sobre ello.

Muchas gracias también a mis compañeros de trabajo, a los cracks de www.nadapedaleacorre.com y a todos aquellos que me habéis aguantado cuando me he vuelto un "poco" pesado hablando de la Maratón.

Y por supuesto, muchas gracias a ti por leer ésto.

Un saludo y ahora a por el Triatlón!!!!


lunes, 11 de marzo de 2013

El día "M"

Dicen que un Maratón es la distancia perfecta para poner a prueba la fisiología humana, es una lucha mental y física que no todas las personas en el mundo son capaces de afrontar. Se acerca el día M.

Queda una semana para  la Maratón de Barcelona y a medida que se acerca el Domingo 17 de Marzo  el respeto, el miedo y la inquietud crecen exponencialmente. 


En estos días me viene a la cabeza el fin de semana de la Maratón de Barcelona 2012, en ese momento aún trabajaba vendiendo productos de nutrición deportiva, recuerdo que el día antes de la cita fue un sábado con muchísimos clientes, la gente no me paraba de pedir geles, barritas energéticas, sales minerales... y todos me decían con mucho orgullo " Es que mañana haré la Maratón de Barcelona" , explicándome con ello sus entrenos, sus objetivos y sus miedos.  La envidia y la admiración que sentí fue enorme, así que me prometí  que un año después yo también haría una Maratón aunque por entonces hacer la mitad de esa distancia ya era para mí un gran hito personal.

En las últimas semanas no he podido parar de ver videos o reportajes de maratones, de entre todos esos videos hay uno de la llegada a meta de los participantes de la maratón de Valencia que me dejó alucinado, los primeros participantes llegaban más o menos "bien", se veía que habían hecho muchísimas maratones y esa era una más en su historial, pero en los ultimos minutos del video llegaban los últimos participantes, padres y madres de familia, jóvenes, gente de entrada edad, aquellos que más habían sufrido y que algunos casos afrontaban a los 42,195 km por primera vez en su vida. Ví gente chillando de rabia y alegría, llegar arrastrando los pies, llorando de felicidad y dolor a partes iguales, o vomitando y desfalleciendo en la misma linea de meta. ¿Qué nos lleva a llegar a esos extremos de sufrimiento? Cada uno tendrá una razón, o quizás no, afición deportiva, superación personal, demostrarse que puede lograr aquello que se propone... pueden existir infinidad de razones.
En mi caso lo tomo como un reto personal, una forma de marcarme un objetivo y luchar y luchar hasta que lo alcanzo, empiezas poniendote unas zapatillas que tienes por casa y saliendo 20 minutos a correr, luego haces un 10k, luego una media maratón y finalmente el gran reto de la Maratón, hay gente que se pasa toda una vida preparando algo así, hay muchos otros que nunca lo han hecho o nunca lo harán, así que considero que correr 42 kilómetros y 195 metros únicamente con la ayuda de tus piernas, tu corazón y tu cabeza es uno de los logros deportivos más admirables que una persona normal, como tú y como yo puede hacer en la vida.

En ocasiones cuando me he visto sin fuerzas o me empezaban a flojear las piernas , el mero hecho de imaginarme logrando pasar la linea de meta  me ha ayudado a sacar fuerzas de dónde no las había y seguir adelante, en una semana ese sueño espero que se pueda hacer realidad y estaré encantado de transmitiros todos esos sentimientos vividos desde el 0 al 42.

A lo que se refiere al reto solidario, debido a la falta de tiempo no he podido hacer la sexta media maratón "oficial" que me quedaba por hacer en el mes de Febrero, así que llegaré al gran día con una media maratón menos pero con la satisfacción de haber podido ayudar a quienes lo necesitan y a transmitir el espíritu solidario que hoy por hoy tanto escasea. Llega la última parada y la más dura de todas, ¿colaboras? www.migranodearena.org/miguelcalvo1

Una vez escuché que cuando cruzas esa línea de meta por primera vez sin importar lo lento o rápido que lo hagas, tu vida cambia para siempre. Llega el día M.