Llega la primavera, los días comienzan
a ser más largos, tenemos más horas de luz y por supuesto cada vez
hace más calor, con todo este generador de “buenrollismo” quien
no se deja llevar por el impulso de tomar una cañita en la terraza
de un bar o salir una tarde-noche de tapeo mientras tomamos una
clarita, pero claro, tras la primavera trompetera llega el verano,
esa estación en la que todos queremos estar maravillosos y
maravillosas para lucir cuerpo serrano en la playa, piscina o donde
sea... Claro que eso no se logra solo deseándolo, si no que hay que
hacer un “pequeño” esfuerzo y entonces es cuando llega la...
Operación ¿Bikini? ¿Trikini? ¿Bañador maracapaqueti?
Llamarle
como queráis, yo solo os voy a dar unos consejos que a mi parecer
pueden ser útiles para estar en forma.
1- Una dieta equilibrada es básico
para poder estar en forma, dí adiós a las grasas, a los excesos
de hidratos de carbono y dale la bienvenida a la proteína, a las
frutas y a las verduras, y por supuesto hacer 5 comidas al día
siendo el desayuno la comida más fuerte y la cena la más ligera.
Parece obvio, y lo habremos leído y escuchado en mil sitios, pero si
fallamos ya en los cimientos, el resto no servirá para nada!
2- Después de una buena alimentación
llega la hora del ejercicio, tenemos que quemar toda aquella energía
que hemos ido almacenando en nuestro cuerpo con las comidas.
Ejercicio cardiovascular 3 veces a la semana y durante más de 45
minutos( Spinning, running, ciclismo...) nos ayudaran a quemar
calorías. La duración es importante ya que durante la primera media
hora estamos quemando los índices de glucógeno y es a partir de
entonces cuando empezamos a quemar grasas, claro que no vale entrenar
a cualquier intensidad, será necesario trabajar a una intensidad del
60% al 70% de nuestra capacidad máxima para que el cuerpo utilice
las grasas como fuente de energía. El control de la intensidad
puedes realizarlo mediante un pulsómetro el cual te irá diciendo el
ritmo cardiaco que tienes en cada momento y dependiendo el modelo te
dirá las calorías y el % aproximado de grasas quemadas, podéis
consultar en el siguiente enlace si queréis leer un poco más de
cómo funciona un pulsómetro.
3-Es de vital importancia beber agua,
aunque no tengas sed, a medida que hacemos ejercicio el cuerpo pierde
líquido y sales minerales, si no reponemos dicho líquido el
organismo empieza a estar cada vez más fatigado y aumentan las
posibilidades de sufrir desde mareos a desmallos por deshidratación.
Mezclado con el agua puedes tomar productos isotónicos, compuestos
de sales minerales e hidratos de carbono simples que ayudarán a
retrasar la fatiga muscular y a evitar las temidas “agujetas” los
días posteriores al entrenamiento.
4- Comparte tus sesiones de entreno:
está comprobadísimo que entrenando con más gente la motivación es
mayor y por lo tanto la auto-exigencia también aumenta además de
que de esta forma evitaremos aburrirnos de los primeros días de
entreno en cinta de correr o de bicicleta, que son los más duros.
También será útil para intercambiar consejos o resolver dudas
sobre tus entrenos.
5- Haz que tus entrenos sean parte de tu día a día: es decir, así como tenemos marcados unos
horarios de trabajo, de estudio, de ir a hacer la compra o de salir
con los amiguetes, deja un hueco en tu horario personal para ir a
cazar endorfinas y quemar unas cuantas calorías junto al estrés,
decide desde un principio que días son los que te van bien para
entrenar, de esta forma lograras que lo que al principio es una
obligación pase a ser una rutina que te haga sentir bien.