"Corremos. Corremos para estar en forma , corremos para superarnos a nosotros mismos, corremos por él o por ella, corremos para olvidar a él o a ella, corremos para eliminar el estrés o la ansiedad. Corremos contra la crisis, corremos para huir de nuestros miedos o para coger más carrerilla y así enfrentarnos a ellos, corremos hacia nuestros deseos, corremos para zafarnos de la gris rutina, corremos por que nos gusta sudar, sufrir y notar el cansancio sobre nuestras piernas. Corremos porque nos gusta."

miércoles, 24 de julio de 2013

Pagando la novatada en el (Tri)Duatlón de Andorra

El pasado Domingo participé en el "Triatlón" de Andorra, lo de triatlon lo pongo entrecomillado ya que finalmente lo que tenía que ser una prueba de 1500 m de natación 40 en bicicletala y 10 km corriendo se tuvo que reconvertir a un duatlón de 6km de carrera, 34 kilómetros de bicicleta y otros 10 km de carrera. El hecho de que se anularan los 1500 metros de natación por el estanque de Englo... fue causado a que el agua estaba a una temperatura de unos 13 grados, según la organización, debido al deshielo que este año se había demorado más de la cuenta...

He de reconocer que no llevaba nada bien la natación, y que mi reacción al enterarme de esto debería haber sido la de "toma!", pero no, ya me había hecho a la idea de nadar y aunque hubiera sufrido y hubiera salido de los últimos del agua, mis ganas eran mucho mayores que mis temores.

¿Por qué subir hasta Andorra para hacer mi primer triatlón? A pesar de no haber entrenado mucho me veía con fuerzas para estrenarme, recuerdo que sobre el mes de Abril mi amigo Raúl me comentó la idea de subir a hacerlo y viendo que coincidía con mi semana de vacaciones pues pensé ¿Por qué no?.

Así que finalmente subí a Andorra el sábado junto a varios compañeros del Duet Sports Cotexeres, , una vez allí recogimos nuestro dorsal y pasamos la tarde comprando toblerones xxl y chafardeando por las sobrevaloradas tiendas andorranas, y como postre... empezó a llover y las temperaturas bajaron, todo apuntaba a que el Domingo iba a ser más que interesante.

Finalmente la lluvia hizo tregua y amaneció un Domingo fresco pero soleado, dejamos las bicicletas en el box y nos dirigimos a la linea de salida, no tenía ninguna táctica en la cabeza, lo único que me había planteado era acabar lo mejor posible los primeros 6 kilómetros y luego... a la aventura!!

Tras calentar unos minutos me situé a mitad de la muchedumbre, eramos más de 400 participantes en la categoría olímpica, a pesar de no ser un triatlón estaba entusiasmado y ansioso por empezar, finalmente a eso de las 9 y 15 se dió la salida, los primeros 6 kilómetros fueron cómodos a un buen ritmo y sin ningún  problema, pero llegaba el primer punto crítico, la primera transición. Entré en el box, me desaté las zapatillas lo más rápido posible pero dejándolas bien colocadas para después volvérmelas a poner lo más rápido posible, me puse las zapatillas de ciclismo, me coloqué el casco, cogí la bici y empecé a correr por el box hacia la salida, me sentí muy patoso mientras corría con las zapatillas de la bici puestas intentando no resbalar y las calas iban picando contra el suelo "clack clack clack" a medida que me acercaba hacia la linea a partir de la cual ya podía subirme en la bici, comenzaba el "show".


Nada más salir y girar a la izquierda comenzaba la subida, no tenía tiempo ni de darme un respiro, a lo largo de la carretera se veía a la gente subiendo con sus bicicletas mientras que la pendiente se hacía cada vez más y más exigente... La carretera estaba un tanto mojada de la lluvia de la noche anterior y se empezaron a ver las primeras caídas, sí, en subida, un tanto extraño. Intenté situarme detrás de un grupo e ir a su rueda pero no hubo manera, ellos tiraban más que yo y me quedé atrás, a medida que iba ganándole terreno a la montaña también otros participantes me adelantaban a mí y otros se paraban fatigados a un lado de la carretera para tomar un respiro, a poco más de un kilómetro para acabar el ascenso los gemelos me empezaron a dar los primeros amagos de rampas... tomé un gel y seguí subiendo como pude.
Después de 6 kilómetros y  una vez arriba tocaba bajar por la sinuosa y mojada carretera, llena de curvas que hacían que tuvieras que agarrarte a los frenos como si no hubiera mañana si no querías acabar en la cuneta (como a alguno le pasó), la bajada se me dio bastante bien y pude ganar alguna posición, así como en el falso llano una vez abajo en el que los gemelos se me empezaron a subir cada vez más... Lo más gracioso de todo es que quedaba aún una segunda vuelta al mismo circuito, tocaba repetir de nuevo esos 6 kilómetros de eterna subida, el sol empezaba a dar con fuerza y el cansancio cada vez se hacía más dueño de mi cuerpo, como bien dijeron al acabar, "El Tibidabo era una mariconada en comparación con lo que teníamos que subir", volví a ver gente parada en las cunetas y obviamente a mí me volvió a adelantar más gente... En la bajada intenté recuperar el máximo tiempo posible pero era difícil, no quería acabar besando el asfalto, así que no arriesgué más de la cuenta. 

Finalmente y tras 34 kilómetros llegaba al box, segundo punto crítico, transición bici - correr, saqué los pies de los pedales y intenté bajarme lo más rápido posible evitando resbalar o tropezar, corrí con la bici hacia mi lugar asignado, tomé un trago de agua, me agaché a descalzarme y... otro amago de rampa!! Me puse las zapatillas de correr, me levante con cuidado y mientras salía del box tomé otro gel.
Mi intención era intentar hacer los 10 kilómetros en menos de 50 minutos (jajaja), esa idea se fue de mi cabeza a los pocos minutos cuando los cuádriceps se unieron a la fiesta y empezaron a hacer amagos de rampas, a partir de ahí empecé a sufrir, muchos corredores me empezaron a adelantar y yo me sentía impotente, mi corazón podía pero mis piernas no, tenía la sensación de que si forzaba un poco más me iba a romper o me iba a quedar allí clavado, así que opté por correr como buenamente pude. La parte de carrera a pie consistía en dos vueltas por un circuito aburridísimo que iba en paralelo al río, con una recta de ida y otra de vuelta que no tenía fin, cosa que hizo que se me hiciera aún más eterno.

Al pasar por el kilómetro 5 y empezar la segunda vuelta, escuché a una mujer de entre el público que decía, "pobre, ya no puede más", menuda cara debería llevar para que dijera eso... con tal de motivarme y mantener el "coco" ocupado me propuse alcanzar poco a poco a los tres corredores que podía ver que iban delante de mí a no muchos metros, poco a poco les fuí ganando metros y logré adelantar a dos, de esta manera hice que la segunda vuelta fuera más llevadera, aunque sufrí lo que no está escrito.
Finalmente y tras decir en voz alta "¿esto no se acaba nunca?, logré llegar a la linea de meta y acabar en 3 horas y 1 minuto, con una cara de sufrimiento y satisfacción muy similar a la de la maratón. 





En conclusión, el tiempo y la posición fueron muy discretos, pero me quedo con la experiencia de la primera vez, con el ambiente y con el gusto de volver a ver caras conocidas, era mi día de estreno y a pesar de haber sufrido, también disfruté, ¿Se puede disfrutar sufriendo? Yo lo hago!! :)
Enhorabuena a todos los compañeros del Duet que también hizon el duatlón!!

¡A seguir entrenando!




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