Como ya hice el año pasado con la Cursa dels Nassos, el pasado 31 de Diciembre le dije adiós al 2012 con una nueva Sant Silvestre, esté año tocó ir a Mataró a correr la primera edición de la Sant Silvestre Mataró Night Trail, una carrera nocturna de 12 kilómetros por montaña y un desnivel positivos de 550 metros, una "divertida" forma de acabar el año.
Es la primera vez que hago una carrera de montaña por la noche, en numerosas ocasiones he entrenado en la oscuridad únicamente acompañado de mi frontal, pero en terreno totalmente plano, como por ejemplo en la carretera de les aigües. Las condiciones de esta carrera eran totalmente nuevas para mí.
El circuito empezaba con una suave bajada, a continuación comenzaron unos kilómetros en subida no muy exigente pero poco a poco el recorrido se fue haciendo más y más duro, llegando así al kilómetro 10 dónde alcanzamos el punto más alto, luego ya todo fue una "placentera" bajada.
El camino a seguir estaba señalizado con cinta blanca y roja y luz química, además de que en la mayoría de cruces se indicaban con flechas sobre un reflectante el camino a seguir. Me quedo con la imagen de un camino entre el bosque totalmente a oscuras y unos neones verdes sobre el suelo como si se trataran de luciérnagas que iluminaban el camino en medio de la penumbra.
El problema que hubo es que normalmente la luz química que marcaba el camino estaba puesta sobre el camino y , cuando la gente pasaba por encima la pisaba y dejaba de funcionar o se desperdigaba y desaparecía entre la vegetación. A causa de ello a pocos kilómetros de empezar casi todos los corredores nos equivocamos de camino y metros más adelante nos dimos cuenta de que el camino que habíamos tomado era equivocado y tuvimos que dar la vuelta. Ese fue el único "punto negro" de la carrera, a pesar de alguna que otra caída (yo me probé el suelo) el resto de la carrera fue genial, el circuito muy entretenido con zonas más fáciles y otras más técnicas, y la organización y los voluntarios de 10.
El camino a seguir estaba señalizado con cinta blanca y roja y luz química, además de que en la mayoría de cruces se indicaban con flechas sobre un reflectante el camino a seguir. Me quedo con la imagen de un camino entre el bosque totalmente a oscuras y unos neones verdes sobre el suelo como si se trataran de luciérnagas que iluminaban el camino en medio de la penumbra.
El problema que hubo es que normalmente la luz química que marcaba el camino estaba puesta sobre el camino y , cuando la gente pasaba por encima la pisaba y dejaba de funcionar o se desperdigaba y desaparecía entre la vegetación. A causa de ello a pocos kilómetros de empezar casi todos los corredores nos equivocamos de camino y metros más adelante nos dimos cuenta de que el camino que habíamos tomado era equivocado y tuvimos que dar la vuelta. Ese fue el único "punto negro" de la carrera, a pesar de alguna que otra caída (yo me probé el suelo) el resto de la carrera fue genial, el circuito muy entretenido con zonas más fáciles y otras más técnicas, y la organización y los voluntarios de 10.
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